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   El Festival Qixi es uno de los festivales tradicionales más románticos de China. Se llama el Día de San Valentín de China.

Se celebra en el séptimo día del séptimo mes lunar en el calendario chino, de ahí su nombre.

   Esa noche la población puede contemplar el encuentro de dos estrellas llamadas «pastor de vacas» y «doncella que teje». Estas estrellas son protagonistas de varias historias que forman parte de la tradición oral china.

Cuál es una de las historias más tradicionales que se cuenta?

   La historia del arriero y la tejedora.

   A finales del verano, las estrellas Altair y Vega se elevan en el cielo nocturno, y los chinos cuentan la siguiente historia de amor:

   Un joven arriero llamado Niulang (niú láng: «el arriero» o «pastor de vacas», la estrella Altair) se encuentra en su camino con siete hadas bañándose en un lago. Alentado por su travieso compañero el buey, hurta sus ropas y esperan a ver qué sucede. Las hermanas hadas eligen a la hermana menor y la más bella, Zhinü (Zhï nü, «la tejedora», la estrella Vega), para recuperar sus ropas. Ella lo hace, pero como Niulang la ha visto desnuda, se ve obligada a aceptar su propuesta de matrimonio. Ella resulta ser una maravillosa esposa y Niulang un buen esposo, y son muy felices juntos. Pero la Diosa del Cielo (quien en algunas versiones es la madre de Zhinü) descubre que un simple mortal se ha casado con una hada, provocando su ira. (En otra versión, la Diosa obliga al hada a volver a su tarea de tejer coloridas nubes en el cielo, ya que ella no podía hacerlo mientras estaba casada con un mortal). Tomando su alfiler, la Diosa abre el cielo formando un ancho río para separar a los dos amantes para siempre (formando así la Vía Láctea, que separa a Altair y Vega).

   Zhinü permanece para siempre a un lado del río, tejiendo tristemente su telar, mientras Niulang la ve desde lejos, y cuida de sus dos hijos (las dos estrellas que lo rodean (β y γ) de la constelación del Águila).

   Pero una vez al año, todas las urracas del mundo se compadecen de ellos y vuelan hasta el cielo para formar un puente («el puente de las urracas», Que Qiao) sobre la estrella Deneb en la constelación de Cygnus, para que los amantes puedan reunirse por una sola noche, la séptima noche de la séptima luna.

   Sin embargo, donde golpea la epidemia, este dia tradicionalmente tan romantico para la sociedad china, muchas parejas no tienen tiempo para estar juntos o hacerse regalos. Ni siquiera pueden conocerse de cerca.

   Luchan codo con codo en diferentes frentes de lucha contra la epidemia.

   Este es el caso de Luo Jinwu y Xiangka, una pareja de médicos del Hospital de Medicina Tradicional China de la ciudad de Zhangjiajie, provincia de Hunan. La imagen muestra a Luo Jinwu caminando por un camino rural, visitando a aldeanos con movilidad reducida para realizar una prueba de ácido nucleico.